La verdad al sanitario solo
deben ir los desechos organicos producidos por el cuerpo, cualquier
otro tipo de desperdicios puede causar severos problemas medio
ambientales de contaminación de tierras, recursos acuiferos y el aire.
El sanitario de las casas está muy lejos de ser un sumidero capaz de
tragarse y digerir cualquier cosa. Aceites para el coche, ácido
clorhídrico, drogas, textiles e incluso animales vivos… por las
alcantarillas viajan objetos y sustancias que cuesta imaginar que
puedan llegar hasta allí.
Contrariamente a lo que cabría esperar, los vertidos industriales no
son la causa principal de la contaminación que llega hasta las
depuradoras. Son los hogares quienes inyectan en la red de saneamiento
una mayor cantidad de sustancias tóxicas y objetos que complican el
tratamiento de las aguas fecales.
Éstas son las 10 cosas que usted nunca debería tirar al retrete y que
reproduce el portal del diario El Mundo.
1.- Toallitas húmedas. Hasta las estaciones de depuración llegan
cantidades ingentes de toallitas húmedas, bastoncillos para los oídos y
muchos otros tipos de textiles. A pesar de que en muchas ocasiones son
presentados por sus fabricantes como productos respetuosos con el medio
ambiente por ser fabricados con materias primas orgánicas, generan
importantes tapones y daños en los sistemas hidráulicos de la red de
saneamiento.
2. Cloro y amoniaco. Además de estos productos utilizados para la
limpieza de los hogares, otras sustancias, como el ácido clorhídrico,
llegan hasta las depuradoras sin ningún control. Estos productos son
capaces de oxidar la materia orgánica o incluso de matar a una persona
con sólo 40 mililitros en un litro de agua, como es el caso del ácido
clorhídrico.
3. Medicamentos. Los fármacos pueden provocar importantes daños a los
organismos acuáticos tales como problemas de crecimiento, disfunciones
sexuales y taras genéticas. Por ese motivo la Unión Europea está
introduciendo limitaciones a estas sustancias ya que no es necesario
una gran cantidad para causar este tipo de alteraciones en los seres
vivos.
4. Pinturas y disolventes. Es cierto que en muchas ciudades los Puntos
Verdes no cuentan con la catalogación de gestores de residuo peligroso,
razón por la cual el ciudadano solo puede optar a verter por el desagüe
estos restos. Pero las sustancias químicas que forman estos productos
hace que sean muy tóxicos al verterlos de forma directa al sanitario.
5. Jabones y detergentes. Son sustancias formadas por fosfatos que, si
se vierten de forma excesiva en el agua, pueden provocar el crecimiento
de algas en perjuicio de otras formas de vida acuática. Los detergentes
que se desechan tienen que eliminarse a través de unos procedimientos
químicos muy costosos.
6. Basura. Cada vez está más extendido el uso de trituradores de basura
presentes en los fregaderos de las cocinas. Son dispositivos diseñados
para desechar los residuos orgánicos. Estos residuos terminan en la red
de saneamiento en vez de ir al cubo de la basura, provocando la
contaminación de las aguas residuales, la sobrecarga y los atascos en
las depuradoras con los sobrecostes que ello conlleva.
7. Aceites vegetales. Estos aceites al ser vertidos por el desagüe
provocan unas bolas de grasa que atascan los colectores dificultando la
salida de los gases y dando lugar a los malos olores en las ciudades.
8. Grasas alimentarias y aceite para el coche. A diferencia de las
anteriores, estas tienen mayor capacidad de generar obstrucciones
porque se arrojan de forma sólida. Los aceites y las grasas hacen que
la generación de residuos en una depuradora se multiplique por 20.
9. Pesticidas e insecticidas. Se trata de sustancias químicas
utilizadas para la desinfección de los cascos urbanos. Pero tienen un
efecto muy grave sobre las estaciones de tratamiento. Según los
gestores de las redes de saneamiento, provocan las más altas tasas de
emisiones en colectores y saneamientos públicos.
10. Tratamientos antical. Son productos denominados en el sector
efluentes de equipos domésticos de tratamientos de aguas. Cada vez son
más los hogares que utilizan equipos para reducir la cal y otras sales
en el agua de consumo público. Esto tiene un efecto negativo, ya que
puede provocar un incremento en la concentración de sales de difícil
depuración y en el vertido a los cauces del agua depurada.
Tomado de: http://diarioecologia.com/